Las estrellas del espectáculo también son víctimas de eventos que amenazan su bienestar

El joven actor Robert Pattinson, protagonista de la saga Crepúsculo, confesó recientemente en declaraciones a la prensa que cuando era pequeño vio morir a un payaso en el circo y que ese momento lo marcó para siempre, a tal punto que les tiene terror.

Claro que Pattinson no es el único ya que tanto su colega Johnny Depp como el músico P. Diddy sufren de coulrofobia, es decir miedo a los payasos.

La sensual actriz Kim Basinger, protagonista de la película Nueve semanas y media, supo confesar que padeció de agorafobia, la sensación de temor a espacios públicos y a salir a la calle sola, pero que afortunadamente luego de muchos años logró superarla.
Aunque parezca algo increíble teniendo en cuenta los fabulosos shows que suelen brindar, Barbra Streisand, Madonna, Andrea Bocelli y Katy Perry viven con pánico escénico mientras que el actor Billy Bob Thornton confesó que es incapaz de comer si está rodeado de muebles de época.
La blonda Sarah Michelle Gellar estelarizó la serie televisiva Buffy la cazavampiros y si bien anduvo de tumba en tumba, abomina los cementerios porque “tengo pánico a que me entierren viva. Por eso fue difícil interpretar a la cazadora, entre lápidas y ataúdes”, develó.
Si hablamos del mundo animal, Nicole Kidman detesta las mariposas, Orlando Bloom le escapa a los cerdos, Rupert Grint no tolera a las arañas y Brad Pitt sufre de selacofobia, el nombre científico que se le da a un miedo persistente y anormal a los tiburones.



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