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    Vive abrumado por su propia fama y la de la saga que le robó el anonimato hace solo tres años. Pero sus días de vampiro están contados. Robert Pattinson vuelve a afilar los colmillos de Edward Cullen para hincarle el diente a la taquilla en la penúltima entrega de Crepúsculo. Amanecer (Parte 1) viene con boda, sexo y un embarazo incluido en el precio de la entrada.
    Robert Pattinson lleva desde 2008 atado a la saga ‘Crepúsculo’. A pesar del esfuerzo que le exige su papel de Edward Cullen pensar en el final vampírico le “pone nervioso. Estos años, cuando hacía otra película, daba igual si era horrible, siempre tenía otra de Crepúsculo y no me preocupaba”. No tiene esa red de seguridad. Y eso le da miedo. “Ahora tengo que elegir bien. Y soy la persona más torpe del mundo tomando decisiones”.
    Confiesa que siempre que lee un guion y lo entiende es porque lo ha entendido mal. “Me entusiasmo tanto con la idea de mi cabeza, que no escucho a nadie, ni siquiera al director. Acepto el papel y resulta distinto de lo que pensaba [risas]. Me enfado y digo: «¿Qué coño hago aquí?». Y el director me contesta: «Creía que me había explicado…» [risas].”
    Si hay una escena esperada por los seguidores de ‘Crepúsculo’ es la de la boda, que por fin se hace realidad en Amanecer (Parte 1). Se rodó en medio de fuertes medidas de seguridad para evitar a los paparazzi. Para evitar las miradas indiscretas “tuvieron que utilizar escudos. Lo más molesto eran los helicópteros que trataban de hacer fotos. Es irritante, porque además de arruinar la escena, es difícil meterte en el personaje. Te sientes barato y vulgar”.
    Ya casados, podremos ver una escena de sexo entre Robert Pattinson y Kristen Stewart. Por fin se rompe la expectación con la que se ha jugado durante las otras tres películas. “Rodar la escena que supone el clímax de la historia es angustioso. Los detalles no están en el libro, así que tienes que cumplir las expectativas de los fans”.
    Será esta la primera vez que también se podrá ver al actor con el torso desnudo, aunque no es la primera que rueda una escena de este tipo. “En la primera película, me la quité para rodar una escena, ¡y terminaron cortándola! [risas]. Aprendieron de su error, supongo. Sin camiseta me siento como un completo idiota”. Y tiene una razón: “es en lo único en lo que piensas. Te entrenas sin parar y empiezas a darle vueltas a tonterías com «Desde este ángulo voy a parecer gordo»”.
    En estos años, ha cambiado radicalmente su vida. “Odio ir a un bar y que sea un locura. No soy tan sociable como lo era antes. Es una atraso para mí.” Hasta tal punto llegan sus deseos de parecer anónimo que muchas veces “desearía que ‘Crepúsculo’ fuera una película indie que nadie llegó a ver”. Aunque si no hubiera sucedido “quizá nunca hubiera conseguido trabajo. Podré seguir ganándome la vida durante los próximos 20 años porque habrá suficientes fans de ‘Crepúsculo’ dispuestos a ver lo que haga, aunque la calidad sea cuestionable. Bromea diciendo que “podría tener un trabajo vitalicio firmando autógrafos. A partir de ahora, se enfrenta a la realidad, se le pasa por la cabeza que incluso “¡puedo ser un fracaso total!”
    Está a las puertas de entrenar dos filmes. En ‘Bel Ami’ interpreta a un seductor sin escrúpulos, se decantó por este papel porque “nunca leo nada que me guste. Teniendo en cuenta la audiencia femenina de Crepúsculo, tenía gracia que este fuera un tío que seduce a las mujeres solo por su dinero. Es un capulllo”. Se dice que al estudio le cuesta vender la cinta porque nadie quiere verte interpretando un personaje así, sin embargo, el actor niega que tenga miedo a las etiquetas. “Hago lo que me da la gana. Si se acepta, bien; si no, no pasa nada”. Y reconoce que “no es bueno perseguir a tu público, nunca podrás predecir lo que quiere. Por eso, tienes que dejarte llevar por tu instinto”.
    Acaba de grabar ‘Cosmópolis’, dirigida por David Cronenberg, de ella adelanta que “es extraña y estrambótica, diferente a todo. Y añade que “lo único que Cronenberg me dijo el último día fue: «¡Es divertidísima!». Yo le miré alucinado y dije: «¿Divertida? ¿De qué hablas?» [risas].” Parece que otra vez ha vuelto a entenderlo todo al revés.
    DiarioTwilight

    Bella Hugs

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