La hemos visto como rubia muy legal, como esposa de Johnny Cash (papel que le valió un Oscar) y ahora llega convertida en domadora de elefantes. Reese Witherspoon (Nueva Orleans, 1976) es menuda y aparentemente frágil, pero por encima de todo, una megaestrella de Hollywood. Estos días ha estado en Barcelona presentando con Robert Pattinson ‘Agua para elefantes’, un melodrama circense.

- Sí. Me he sometido a distintos retos que nunca había afrontado. Tuve un entrenamiento de cinco meses para aprender a montar un elefante. Fui a una escuela de circo. Trabajé con mi cuerpo, y mucho con la elefanta.

- Tienen amigas, ¿sabe? ‘Rosie’, la de la película, tenía seis amigas elefantas. Y entre ellas casi hablaban y se comunicaban.

- No me importa lo que digan. Especialmente, no me importa lo que digan los críticos. A mí sólo me importa el público, y el público parece feliz con la película.

- Claro que sí. Nos lo pasamos genial juntos, nos reímos todo el tiempo. Nos llevamos muy bien.

- Claro. Sobre todo fue algo que publicaron los tabloides, la prensa del cotilleo, ya sabe… Robert dijo que tenía un catarro cuando hicimos esas escenas y obviamente eso se exageró porque se trata de Robert Pattinson. Pero no fue nada importante, fueron unas escenas muy sexys. No sé, tal vez sea algo difícil de procesar para otras mujeres, je, je… Pero la verdad es que todo fue muy sexy y romántico. Y creo que así se ve en el filme. Pero insisto en que son las audiencias, el público quien tiene que verlo y juzgarlo, no los críticos.

- Noooo. Ha sido muchísimo más fácil hacer de su amante. Me temo que no soy tan mayor como para ser su madre.

- Y además esas escenas en las que yo hacía de madre de Robert se filmaron, pero al final se suprimieron porque carecían de sentido.

- Claro. Es un actor con mucho talento, un hombre muy guapo e inteligente. Y la gente lo percibe.

- Eeeeeh, no. No recuerdo haber tenido sentimientos de ese tipo. Pero bueno, puedo entenderlo. Observo a las jovencitas y veo que eso las hace muy felices.

- No, mi hija no lo es. Nunca ha visto ‘Crepúsculo’ ni ha leído los libros. Con once años, creo que no tiene edad suficiente para ello.